Osasuna
Salud
10
S
iendo la del ébola una alerta no
habitual, existen otros virus que
se presentan todos los años por
estas fechas y que, gracias a su
alta capacidad de mutación, en invierno
y primavera crean lo que se denominan
brotes. Hablamos de la gripe, una enfer-
medad respiratoria causada por virus que
afectan al aparato respiratorio superior
y/o al inferior y que puede venir acompa-
ñada de fiebre, dolor muscular y de cabe-
za, y debilidad generalizada.
El doctor Víctor Rubio es médico de
Atención Primaria en el centro de salud
Hermanos Iturrino de Irún y forma parte
de la Red de Médicos Vigía de Osakidetza,
un instrumento de investigación epide-
miológica dirigido a mejorar el conoci-
miento de las enfermedades y la calidad
de la asistencia en la atención primaria.
Esta red estudia desde las patologías
infecciosas como la gripe a otras de tipo
crónico. La gripe se estudia a partir de la
40ª semana del año y hasta mediados de
mayo. Es en ese tiempo cuando todos los
médicos recogen una serie de datos del
paciente que padece gripe como su edad,
sexo, sintomatología, si existe alguna
complicación y si están vacunados o no.
«Mandamos todos estos datos semanal-
mente para que haya un registro que sir-
va para conocer el comportamiento de la
gripe, cuáles son las zonas más afectadas,
el volumen de gente que la padece o cómo
está el brote epidémico», explica Rubio.
De un grupo de pacientes se toma un
frotis o muestra faríngea que se envía al
Servicio de Microbiología del Hospital
Donostia, donde se identifica el tipo de
virus que circula y la cepa. Además, parte
de estas muestras también se envían al
servicio de microbiología de Madrid para
tener información de todo el Estado e
incluso compararlo con otros países euro-
peos. «Nuestro trabajo sirve para conocer
cómo se está comportando la epidemia y
saber qué tipo de virus circulan en ese
momento», insiste el especialista.
La gripe es una enfermedad infecciosa,
producida por tres tipos diferentes de
virus: A, B y C. Entre ellos, los más fre-
cuentes son los dos primeros. Sin embar-
go, dentro de estos tipos hay a su vez
subtipos que cambian de una temporada
a otra, por lo que en un invierno puede
predominar un tipo de virus pero al
siguiente puede hacerlo otro. La capaci-
dad inmunológica del organismo ante
distintos tipo de virus no abarca a todos
ellos, lo que hace que de una temporada
a otra no los reconoza y se produzcan los
ya habituales síntomas.
Virus nuevos
«Hay enfermedades como las de la infan-
cia –varicela, sarampión,etc.– que se
pasan una sola vez porque si el virus vuel-
ve a entrar en contacto con el organismo,
nuestro sistema inmunológico lo recono-
ce y lo rechaza. Sin embargo, en el caso
del virus de la gripe, nuestro sistema
inmunológico no lo reconoce y vuelve a
aparecer la enfermedad», señala el doctor
Rubio.
Los síntomas de esta enfermedad co
mienzan a manifestarse unos cinco días
después de haberse producido el contagio
siendo los más comunes la fiebre alta,
dolor de cabeza y muscular, postración y
malestar generalizado. En algunas ocasio-
nes también se puede dar congestión
nasal, dolor de garganta y tos.
Al ser una infección vírica, no existe
ningún tratamiento específico que la cure
por lo que hay que pasarla. «El tratamien-
to es puramente sintomático, es decir, hay
que tomar antitérmicos si hay fiebre, des-
congestivos nasales, mucolíticos o antitu-
sivos si hay tos persistente, todos ellos
con el fin último de aliviar los síntomas:
La enfermedad va a seguir su curso y se
va a curar en unos días», subraya Rubio
antes de insistir en que los antibióticos
«ni acortan la duración ni evitan las com-
plicaciones», por lo tanto «en esta enfer-
medad no hacen nada».
Pero ¿cuándo acudir al médico? El doc-
tor Rubio lo tiene claro: «Una persona
joven, sin otras enfermedades, que tiene
catarro o síntomas de gripe con fiebre
más elevada, no hace falta que venga al
médico si no hay otro dato alarmante».
No obstante, insiste en que este virus es
más peligroso sobre todo para las perso-
nas mayores o que tienen «otras enfer-
medades que pueden descompensarse a
consecuencia de la gripe. Si una persona
tiene bronquitis crónica, una insuficiencia
cardíaca o un problema renal y coge la
gripe, se puede agravar mucho su situa-
ción», alerta.
Los investigadores analizan todos los años el virus de la gripe para conocer su naturaleza.
Virus de invierno
gripe
Vacunación
antigripal
Los efectos adversos en determina-
dos grupos de población son los que
aconsejan su vacunación, aunque
Víctor Rubio reconoce que en la
actualidad existe controversia sobre
la eficacia de la vacuna de la gripe.
«Así como hay otras vacunas presen-
tan una eficacia que se acerca al
90-99%, la de la gripe, por su capaci-
dad de mutar, se calcula que tiene
una eficacia actualmente de alrede-
dor de un 50%», explica.
Por ello, se recomienda utilizarla
en aquellas personas que realmente
se van a beneficiar de no pasar la gri-
pe como las personas mayores, los
niños o personas con enfermedades
crónicas. La mayoría de las veces la
vacuna no produce efectos secunda-
rios, por lo que los beneficios son
mucho mayores que los riesgos que
puede tener ponérsela.
En este sentido, el especialista en
gripe subraya que las vacunas cam-
bian de una temporada a otra en fun-
ción de los virus que se cree que van
a circular. «Se preparan con varios
tipos, según los que se prevé que
vayan a aparecer en esa temporada,
pero a veces no se llega a concretar
lo suficiente y por eso la eficacia no
es tan alta», reconoce.
En los últimos meses el virus del ébola ha sido el protagonista
de portadas y motivo de preocupación entre las
administraciones y no pocos ciudadanos, pero con la llegada del
frío de momento es la gripe la que centra la atenciónmédica