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osasuna-salud
23/11/15
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La investigación especializada en
el control de la funcionalidad e
importancia de las conexiones ce-
rebrales se ha desarrollado de una
manera impensable hace tan sólo
hace una década. Sin embargo,
aún falta mucho para establecer
con precisión la relación exacta
entre ellas. La compleja interac-
ción entre estructura y función
de este órgano no es lineal y fija,
de una a otra, sino que se estable-
ce en torno a múltiples conexio-
nes para un mismo área o estruc-
tura cerebral. Un equipo de Bio-
Cruces ha dado un paso adelan-
te en este camino gracias a la ela-
boración de un atlas que, por pri-
mera vez, combina los datos de
conectividad estructural y funcio-
nal del cerebro. Una ventaja fren-
te a otros atlas muy utilizados, que
bien son puramente estructura-
les (neuroanatómicos) o funcio-
nales (organización y funciona-
miento de las diferentes zonas del
cerebro).
Según explican los promotores
de este trabajo, se estima que el
20% de la energía consumida por
una persona la utiliza el cerebro
para establecer y mantener estas
conexiones. No hay que olvidar
que esta interacción «es esencial»
para el buen funcionamiento del
cerebro. El proyecto para ahon-
dar en esta relación empezó con
las adquisiciones de neuroimagen
dentro del Hospital Universitario
Cruces en diciembre de 2013.
Después de finalizar este nuevo
atlas cerebral, sigue vigente para
poderlo aplicar en el estudio de
diferentes patologías. «Debido al
gran impacto y éxito del atlas,
otros investigadores han mostra-
do su interés en su uso y actual-
mente se está utilizando con re-
sultados muy prometedores, den-
tro de la patología del daño axo-
nal difuso, traumatismos cra-
neoencefálicos y envejecimiento.
En un futuro cercano, se empe-
zará a estudiar en esclerosis múl-
tiple, en esquizofrenia y parkin-
son», explican desde Osakidetza.
El trabajo de BioCruces permi-
te que exista por cada área del ce-
rebro un repertorio amplio de fun-
ciones, incluyendo la percepción
sensorial, ejecución de comandos,
mantenimiento de la atención, re-
cordatorio de memorias y reso-
lución de problemas cognitivos,
entre otras. Lo hace a través de
tres disciplinas: la neurociencia,
el procesado de imagen y la teo-
ría de redes.
Comprender las patologías
El estudio ha sido publicado en
la prestigiosa revista Nature
Scientific Reports, que ha queri-
do subrayar cómo el nuevo atlas
pone en evidencia la fuerte de-
pendencia que existe entre la co-
nectividad estructural y las redes
funcionales. Para asegurar su fia-
bilidad, se ha contrastado frente
a otros atlas anatómicos o funcio-
nales, y validado frente a distin-
tas bases de datos y diferentes
equipos de resonancia magnéti-
ca.
El nuevo atlas se ha obtenido
con datos de personas sanas para
después poder estudiar las alte-
raciones de la función y/o estruc-
tura en las distintas regiones del
cerebro como una nueva vía para
comprender diferentes patologías.
El Instituto BioCruces afirma que
una buena parte de las enferme-
dades neurológicas que afectan
al sistema nervioso central tiene
un origen estructural como los
traumatismos craneoencefálicos
o las enfermedades neurodege-
nerativas como el alzheimer o el
parkinson, «que se originan por
una pérdida significativa de fi-
bras, mientras que otras pueden
tener un origen funcional, como
un simple dolor de cabeza, una
migraña o un ataque epiléptico».
z
El trabajo combina por
primera vez los datos
de conectividad
estructural y funcional
del cerebro
T
El atlas cerebral de BioCruces abre el camino
para abordar enfermedades como la esclerosis,
la esquizofrenia y el parkinson
::
El cerebro, el órgano más complejo del ser humano, y sus patologías centran un gran número de investigaciones.
Este estudio se ha desarrollado
por el Grupo de Neuroimagen
Computacional y la Platafor-
ma de Biomedicina Cuantita-
tiva del Instituto de Investiga-
ción Sanitaria BioCruces, en el
Hospital Universitario Cruces.
Además, han participado in-
vestigadores de la Universidad
de Tel Aviv, de la Universidad
de Bari, en Italia, y de la de Gra-
nada. «Una vez cumplida esta
primera fase de este ambicio-
so proyecto, seguimos inmer-
sos en el estudio de las altera-
ciones de cada una de estas re-
giones que están relacionadas
con el envejecimiento y pacien-
tes con daño cerebral severo»,
avanzan sus autores.
Trabajo en equipo