San Prudencio 2018

SAN PRUDENCIO 2018 17 Viernes 27.04.18 EL CORREO VITORIA. Un día cualquiera, y en particular si sonríe el sol, Armentia reluce como el oro, mejor dicho, todo de verde. Es un remanso en la ciu- dad. ¿Cómo debió ser tan idílico pa- raje cuando allá por el siglo VI vio nacer a Prudencio, vecino antes que santo? La paz que uno hace suya en el exterior se dimensiona cuando ac- cede a la basílica, tan románica, tan austeramente bella. Recibe al visi- tante su párraco, LuisÁngel Ortiz de Pinedo, alavés de Leciñana de laOca, de 73 años, al que le queda uno, «Dios mediante», para cumplir el medio si- glo de ordenación. Ni piensa en jubilarse, aunque de- berá encomendarse a otros menes- teres. Ya ha servido lo suyo: una dé- cada demisionero en Ecuador, nue- ve años en la iglesia de la Corona- ción, seis de rector en el Seminario Diocesano y otro decenio en Santa María Josefa (Lakuabizkarra) antes de Armentia, donde lleva un quin- quenio. Se hizo sacerdote en el Se- minario cuando hablaban deVitoria como ciudad de ‘curas y militares’, aunque él prefiere recordarla prós- pera, la «Atenas del Norte», acota. – En horas, si el tiempo lo permite, las campas se llenarán de romeros y su basílica, de fieles y visitantes. ¿Cómo vive el párroco de San Pru- dencio el día de Álava? – Fui romero, así que antes de venir a Armentia ya sabía de la afluencia masiva de gente. Es llamativo ese tra- siego permanente que llega hasta el santo aunque solo sea a decirle: ‘fe- licidades, Prudencio’. También a lo largo de los días pasan no solo los an- darines, sino personas que expresa- mente vienen, se asoman, se arrodi- llan, rezan, se acercan al santo... Es una manifestación de religiosidad popular muy arraigada en nuestra tierra. La fiesta se instauró en el si- glo XV. En el XVII, las Juntas Gene- rales lo nombraron patrono de Ála- va y el Papa Inocencio XIII recono- ció su patronazgo (1698). La demañana será una jornada de brado en nuestros días. ¿Dónde es- tán hoy los ‘prudencios’? – Valoremos a esas personas que no aparecen en la prensa pero que en sus lugares median, facilitan, aco- gen. Aunque haya aspectos adorna- dos en la vida de San Prudencio, hay un poso, esto nomuere, ni pasa, hay que celebrarlo. Pues ¡Beti aurrera! Las reliquias – En El Burgo de Osma se le cono- ció por el ‘Ángel de la paz’. Aquí, sin embargo, nos referimos a él como ‘santo meón’ por la frecuencia de lluvia el 28 de abril. ¿No le resulta irreverente el apelativo alavés a su patrón? – (Sonrisas). Yo prescindiría de ese apelativo. No es, desde luego, lomás bonito de San Prudencio. Si llueve, será que tiene que llover. – Según se sube por el paseo, ahí está él, esperando a los que a diario recorren esemedicinal camino que parte de la Virgen Blanca y al que muchos vitorianos atribuyen be- neficios contra las dolencias car- diovasculares. – (Risas). Habrás observado que el monumento siempre tiene algún motivo floral, una vela o un orna- mento. Siempre, siempre, pequeños gestos pero muy significativos. –También esArmentia paso de pe- regrinaje a Santiago. – Eso es. De hecho, de vez en cuan- do vienen peregrinos para que les se- lle la Compostela –diploma exten- dido por laOficina del Peregrino para certificar que la ruta ha sido comple- tada–. Y fue también pequeño en- clave de una vía romana. – EnÁlava se veneran reliquias del santo alavés, pero sus restos están en La Rioja, en la catedral de Logro- ño y en laColegiata de Nájera. ¿No hay forma de que sean traídas aVi- toria para quedarse? – Ha habido algunos intentos. En su día, las crónicas se hicieron eco del traslado aVitoria de algunas reliquias. Hay un relicario custodiado por la Diputación que se venera enArmen- tia el día 28. En la basílica también tenemos otra. En fin, todo esto pue- de ser un poco relativo. Las reliquias, pues hombre... No tenemos que en- redarnos en estas historias más bien mitológicas. Es más el valor de esa presencia que nomuere, que perpe- túa; más el espíritu que la materia. Dejémoslo ahí. De hecho, la cofra- día se planteó hacer gestiones, pero en fin, a lo mejor no vale la pena. – Mirando al cielo, ¿saldrá el sol o lloverá por San Prudencio? –Si hace bueno, que disfrute la gen- te y si llueve, pues no sacaremos al santo en procesión. ¡Pero que no va a llover, hombre! «Yo prescindiría del apelativo de ‘santo meón’» particular ajetreo para el padre Luis Ángel. Además de la misa pontifical de las once, las estrecheces del tem- plo aconsejan la celebración de otras cuatro eucaristías a lo largo del sába- do. En algúnmomento, él se perde- rá entre la muchedumbre. Dice que a unos caracoles no les haría ascos –«pueden estar en lasmesasmás hu- mildes»–, pero yameterse con un re- vuelto de perretxikos son palabras mayores por aquello de la austeridad. Eremita y pacificador – ¿Cuánto de pagana o religiosa tie- ne la festividad de San Prudencio? – Es una fiesta popular y a su vez re- ligiosa. ¿Qué tiene más fuerza? Es una simbiosis, una tradición. Atrae, aunque muchos no se acerquen a la basílica. El ser humano acude a es- tos soportes pormucho que haya algo de leyenda en ellos. San Prudencio encarna valores humanos, es el ‘Án- gel de la paz’. Uno viene a la fiesta, se lo pasa bomba, compra rosquillas de anís, come perretxikos... ¿Quién está detrás de todo? Prudencio. La fiesta en sí, el encuentro con los de- más, también ha de cultivarse. Estu- ve en las misiones y es significativo cómo en fechas señaladas las gentes sencillas se acercan a los santos, los tocan, les piden... Chapó que la gen- te se reúna a bailar, cantar y compar- tir enArmentia. En realidad, se acer- quen más o menos a la basílica, to- das esas personas responden a la lla- mada de San Prudencio. – Los alaveses han oído hablar de él y conocen, desde luego, el enclave, aunque tal vez seanmayoría los que tenganunamuy vaga idea de quién fue y qué hizo. ¿Qué les diría de su figura? – La tradición nos sitúa en el sigloVI con su nacimiento aquí, enArmen- tia, en un ambiente familiar cristia- no que crece con inquietudes. Eran tiempos de eremitas. Él fue buscan- do ese estilo de vida y se retiró con Saturio en Soria. Después, formado, semarchó a Calahorra, a su diocésis. Allí adquirió bagaje para promocio- narse enTarazona, de donde fue obis- po. Es sabido que enOsma hubo una confrontación eclesial y a él se le re- clamó como conciliador, pacificador. Murió allí, igual fruto de los esfuer- zos. A su muerte, los de Osma y los de Tarazona se lo disputaron. En la EdadMedia había una tradición, en situaciones como esta, que consistía en subir el cuerpo a unamula y adon- de lamula fuera, allí se le enterraba. En este caso, el animal paró enmon- te Laturce –a 16 kilómetros de Lo- groño–, donde se levantó un gran monasterio, hoy en ruinas. Los res- tos del santo están ahora entre Ná- jera y Logroño. – Esa vocación de servicio ha que- 1643 Año de la primera declaración de patrono de Álava por parte de las Juntas Generales. Las otras dos fueron en 1644 y 1699. La Santa Sede lo otorgó en 1698. EL DATO Devoción diaria «El monumento siempre tiene algúnmotivo floral, una vela o un ornamento» Luis Ángel Ortiz de Pinedo Párroco de Armentia El sacerdote aprecia por igual la fiesta religiosa y la popular. «Se acerquen más o menos a la basílica, todas las personas responden a la llamada de San Prudencio» JOSÉ ÁNGEL MARTÍNEZ VIGURI  javiguri@elcorreo.com Ortiz de Pinedo, ante la talla de San Prudencio en el templo. :: I. A.

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