Aniversario Territorios
Diálogos mínimos JUAN BAS C olaboro con Territorios casi desde sus comienzos y siempreme ha re- sultado interesante y placentero. Actualmente, hago sobre todo artículos de cine con toques de literatura que me encarga mi amable jefa Teresa Abajo por alguna efemérides concreta o le propon- go yo el tema. Procuro que todos ellos con- tengan dosis de humor, si no, me falta algo, como al yonqui sin nada que chutarse. Al hilo del humor, mantuve dos largas colaboraciones queme permitiómi apre- ciado César Coca. Fue mi favorita la serie ‘Letraheridos imaginarios’, que duró cua- tro años. Eran breves cuentos muy locos y asaz gamberros que protagonizaban personajes esperpénticos aquejados de diversas pedradas con la literatura. Uno de los que escribí a cuatro manos conmi amigo y colega Pedro Learreta nos hizo llorar de risa al perpetrarlo. Se trata de ‘Las bruñidoras gemelas Zapaburu’, en- loquecidas por las obras completas de Sa- bino Arana y cuyo máximo fetichismo es bruñir con sus cuerpos desnudos y acei- tados la estatua del prócer erigida en los Jardines de Albia de Bilbao. Y duró once años mis ‘Diálogos míni- mos’. Cada entrega eran tres golpes de diálogo (independientes con cierta unidad temática) pues eso, mínimo: ex- presada la idea, el pe- queño gag, con el me- nor número posible de palabras. Por ejemplo: «Practica tanto la humildad que hasta es afónico». «Soberbia encubierta». O «Tu amante te la pega con otros». «Los mar- tes y viernes, de cinco a siete, no». Fue- ron 425 entregas entre 2011 y 2022. Te- nían detractores (a mi hija le daban ali- pori) y seguidores, pero todo el que leía Territorios los ojeaba, ventaja de lo bre- vísimo. Unos los llamaban con pedante- ría «haikus» y otros más castizos y realis- tas «chorradillas». «El primero que se vaya será un traidor». «Y el último, un imbé- cil». O «¿Es tan frío como dicen?» «Cuan- do pasea por el campo las aves emigran a África». El último fue: «¿Qué tal tiene la casa?» «Como su vida, hecha una ruina». Nostalgia del futuro Miradas atrás, primicias PEDRO BAREA Kobazuloetatik eguzkitara Sin humor me falta algo, como al yonqui sin nada que chutarse ARANTXA URRETABIZKAIA K ezka pertsonalak alde batera utzi- ta, niri gehien interesatzen zaizki- dan esparrupublikoen artean, hots, batetik euskararen eta kulturaren espa- rruan bestetik emakume eta gizonen ar- teko berdintasunarenean, bietan mende erdiankobazuloetatik eguzkitara pasa gara, katakonbetatik kalera. Noski, aldaketa hori ez da berez gertatu ezta halabeharrez ere. Kasu batean nahiz bestean, ez da belau- naldi bakar baten lorpena izan. Hamarral- ditan adin desberdinetako pertsona ba- tzuen lanaren ondorio da gaurko egoera, asko kostatako aurrerapausoa. Aurrera- pauso, ez helmuga. Nire belaunaldikook euskarazko letrenmun- duan hasi ginenean ez genuenapenas ezer: tar- tekako aldizkari bat, apenas argitaletxerik, ez sistema literariorik ez hizkuntza eredu ba- teraturik. Ondarroarako balio zuena ez zen baliagarri Oiartzunen edo Elizondon. Sasoi urrun hartan inprentek euskarazko liburuentzako zerga bat zuten: suplemen- to de idioma extranjero esaten zitzaion. Gogoa genuen, hori bai, ez genituen ira- kurleak izateko gogoa besteak beste. Hor- tik gatoz, nik behintzat ez dut ahaztu nahi, ezin dut ahaztu. Noski, esparru batean zein bestean, al- daketa ez da berez gertatu, ezta halabeha- rrez ere. Jende askoren lanak eragin zuen aldaketa, adin desberdinetako pertsonen lan tematiak. Laino guztien azpitik, sasi guztien gainetik. Barkatuko didazue orain arteko amo- nakeria hau, baina niri behintzat ezinbes- tekoa zait oraindik falta zaiguna aztertze- rakoan. Mendian gora zoazenean bezala, igo eta igo eta agian iruditzen zaizu ez za- rela gailurrera hurbiltzen, estutzen zaizu arnasa, nekatzen zaizkizu zangoak eta ez duzu gailurra hurbilago ikusten. Kasu ho- rretan, atzera begiratu behar duzu aurre- ra egiten ari zarela egiaztatzeko. Iruditzen zait aurrera egiteko errezetak aldaketa gutxi duela gaur egun: boronda- tea, lana, belaunaldi bat baino gehiago ba- tera, lana. Ez da, agian, errezeta atsegina, baina iraganak frogatudu eraginkorra dela. T ras 1500 Territorios han cambiado las cosas, el público, teatros y espa- cios con escenario, festivales y muestras en las capitales y núcleos urba- nos bien comunicados ya, grupos, escue- las. Lamayoría de ‘teatros públicos’ se or- ganizan en una Red que en Euskadi es Sa- rea. La crítica acusaba inercia hacia el tea- tro de mercado. A veces era el relumbrón del intérprete, o el prestigio del texto: ¡el au- tor, el autor! Venidos de publicaciones es- pecializadas –‘Primer Acto’, ‘Pipirijaina’, ‘El Público’, ‘ADE’– otros abordaban el tea- tro de todos los días con preferencia por los equipos, la confluencia de nuevos len- guajes y estilos, lo alternativo, para intro- ducir criterios de contenido, renovación formal, compromiso, implicación social. La crítica se ha hechomás técnica, ‘tea- tro físico’, ‘brechtiano’, del Método. Ymás contextual: ‘se vio la temporada pasada’… Importamenos la popularidad, que influ- ye aún, pero hay públicos que cada vez ven más teatro y están informados. Si el mérito era la envoltura, la musicalidad del texto, la plasticidad, se observa más el sentido, la adecuación de textos y dra- ma, y el contenido más que el aparato. Territorios semanal permitía mirar atrás, o anticiparse. Un perfil sosegado del escondido Francisco Nieva (‘El intér- prete de sí mismo’, 10-4-2002) o la pre- monición del prometedor Calixto Bieito, que en 2016 firmaría como director del Arriaga, tuvieron sus páginas (‘¿Quién teme al Bieito feroz?’, 8-5-2002). Con frecuen- cia los espectáculos du- raban un solo día y, paramás atasco, en to- das las salas a la vez el fin de semana. Ya hay ofertas que duran, po- cos días del año no hay un título en cartel. Su huella es la comu- nicación escrita, que es como la tertulia que provoca un estreno. La crítica en blogs y webs era rara, hoy no. Las ediciones di- gitales podrían competir en urgencia, ser inmediatas al estreno con la rapidez de un blog. Almacenadas en la memoria ci- bernética, están disponiblesmientras el es- pectáculo vive o revive. Belaunaldi bat baino gehiago batera lan egitea eraginkorra da aurrera egiteko Ha cambiado el público, más informado. También los teatros y las escuelas FÉLIX MARAÑA A la hora de clasificar los oficios, la mayoría de las profesiones toma en cuenta el número de horas que se invierte en su desarrollo. Desde el pe- riodo de aprendizaje, lamadurez y el ma- gisterio, momento en que al aprendiz le dicen maestro con título y bula para en- señar. El de escritor carece de fórmulas aplicables razonadamente. A escribir no se aprende nunca y, por tanto, es un em- peño que requiere vivir alerta. El perio- dismo, si no te entretienes en asuntos menores, ayuda ymucho a agilizar el trá- mite, a aguzar el pensamiento, a marcar tiempos, a renovar las horas. Creo que fue Max Aub, ese escritor to- tal al que el exilio confundió en la desme- moria, quien ponía el acento en estas ta- reas del espíritu, repartiendo faenas con- secuentes: en el «sentir»· (Unamuno), «pensar» (Ortega y Gasset) y «ser» (Anto- nio Machado). Los tres dedicaron vida, energías y tiempo a que esos verbos tuvieran función y sentido. Hei- degger advierte que la poesía no es sólo un arte sino una forma de revelación de la verdad, algo categórico pero alentador para quien como yo publicó su primer libro de poe- mas a los 25 años. Y se olvidó de repetir- lo hasta medio siglo después. Vivimos un momento de confusión y lucha de poder. El mundo tiene algo de tentación al precipicio y clama por un cambio de nombre para tomar asiento en la enciclopedia de la vida. En días pasa- dos, encuestaban a jóvenes preguntando qué era una enciclopedia. No la de la Re- volución Francesa, que ilustró a los libe- rales vascos, sino una enciclopedia como las de Álvarez, de Miñón, la de Auñamen- di o los ‘Mil libros’ de Luis Nueda, que ins- truyeron a García Márquez. Todas ellas, mejor que el caos de internet, nos ense- ñaron que este mundo puede ser «Una tierra en donde no crezca el olvido», como advierte Julio Llamazares, colega de pe- riodismo y vida. Porque escribir es un ejercicio de nostalgia. Enmi caso, nostal- gia pero del futuro. Afortunadamente. A escribir no se aprende nunca y por tanto es un empeño que requiere vivir alerta NÚMERO 1.500 EN PRIMERA PERSONA Sábado 15.03.25 EL CORREO 22 TERRITORIOS DE LA CULTURA
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